(EL GENESIS MAYA)
He aquí la historia del comienzo, Cuando entonces no había ni un ave, Ningún pez, Ninguna montaña. Solamente estaban los cielos. La mar solita. No existía nada Ningún sonido, ningún movimiento. Solo El Gran Espíritu, solito. Y estos eran sus nombres: Gran Hacedor y Creador, Kukulkan, Y Huracán. Pero no había nadie que pudiera pronunciar su nombre. Nadie que venerara su Gloria. Nadie que alabara su Grandeza. Entonces El Gran Espíritu, pensó, “Quién podra pronunciar mi nombre? ¿Quién podría alabar mi Gloria? ¿Quién podría ensalzar mi Grandeza? ¿Cómo podré yo, hacer esto? El Gran Espíritu solo pronuncio, "Tierra," Y la Tierra creció de las aguas, Como la niebla se levanta de la mar. El solo tiene que pensar en ello, Y todo allí esta. Él pensó en montañas, Y gigantescas montañas se alzaron. El pensó en árboles, Y árboles crecieron de la faz de la tierra creada. Y al Gran Espíritu, Todo esto le pareció bien. Ahora El Gran Espíritu, planea crear criaturas en la floresta Aves, venados, jaguares, y culebras. Y a cada una les dio su hogar donde vivir. “Tu Venado, dormirás aquí a la orilla de los ríos. Tu ave, aras tu casa en las ramas de los árboles. Multiplíquense y dispérsense, les dice Él. Entonces El Gran Espíritu les dice a los animales. Hablen y recen sus plegarias a nosotros. Pero los animales, solo sonidos inteligibles pueden hacer. Las criaturas solo gruñen aúllan o silban. Ellos no pueden hablar. Ellos no rezaran ni alabaran al Gran Espíritu Y por ello él los condeno. “Ellos servirán aquellos que puedan veneran al Gran Espíritu.” Así El Gran Espíritu trata otra vez. Creando una efigie que lo pueda respetar. Algo que eleve sus plegarias hacia Él. Y esto fue lo que creo, De lodo y tierra. No se veía muy bien. Se desmoronaba y derretía, Torcido y grotesco. Y solo hablaba locuras. Y no se podía reproducir. Entonces El Gran Espíritu lo destruyo. Gran Espíritu se puso a pensar otra vez. Y llamo al padre y la madre por ayuda. Ellos son los más sabios Espíritus. “Estudien si podemos hacer gente tallándolos de madera,” Ordena El Gran Espíritu. Ellos tratan de las mazorcas del maíz. Ellos tratan los corales del mar. “Que podemos hacer que pueda hablar y alabar? Pregunta El Gran Abuelo. “Que podemos hacer que se alimente y provea por sí solo? Pregunta La Gran Abuela. Ellos cuentas los días, En grupos de cuatro, Buscando una repuesta que darle al Gran Espíritu. Ahora ellos tienen la contesta, “Será bueno hacerte tu gente de madera. Ellos pronunciaran tu nombre. Ellos caminaran la tierra y se multiplicaran.” “Que eso sea,” Dice El Gran Espíritu. Y al mismo tiempo que él dice esto, todo esta echo. Los figurines son hechos Con caras labradas de la madera. Pero ellos no tienen sangre, no sudan. Ellos no tienen nada en su cabeza, están vacías. No tienen respeto por El Gran Espíritu. Ellos simplemente son unas marionetas. Que no resuelven ni hacen nada. “Esto no es lo que yo tenia calculado,” Dice El Gran Espíritu. Y así como los creo decidió destruirlos. Y así se hizo. Huracán hizo una pesada lluvia. Llovió todo el día, llovió toda la noche. Se produjo una terrible inundación. La tierra quedo obscura. Y la criaturas de la floresta Se vino a vivir a las casas echas para los figurines. Uds. nos votaron de nuestras casas Y ahora nosotros tomaremos las suyas. Gruñeron los animales. Y los perros, jolotes, gritaron, “Uds. han abusado de nosotros Ahora nosotros nos los comeremos a Uds.” Hasta las vasijas y piedras de moler hablaron, “Los cocinaremos, moleremos Así como lo han estado haciendo Uds. con nosotros!” La gente echa de madera, corre y se dispersa en el monte. Sus caras son aplastadas y desechas, Y son transformados en monos. Por eso es que los monos se parecen a los humanos. Ellos son restos de lo que vino primero, Un experimento en el diseño del hombre.
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